domingo, 24 de junio de 2012

La penitencia de ser linda por dentro


Hoy rondan algunos pensamientos medianamente pesimistas en mi cabeza, pensaba no compartirlos, no amargarles el rato pero este blog y el twitter que hablan con desenfado de la vida diaria de una mujer gorda es también para salvarme a mi.

A veces –muchas veces- cansa no poder ser hermosa de principio, tener que demostrar que eres hermosa para que entonces ellos se enamoren, no ser la primer opción, ser la amiga buena onda que seguro tendrá amigas guapas para presentárselas a los amigos que te gustan o alguna vez te gustaron. Luego tener que ser fuerte y creer que aquello poco importa, que tienes derecho a sentirse sexy (nunca hermosa, nunca bonita) pero al menos sexy, prohibida, pintarle los labios de carmín.

Con el tiempo vas desarrollando cierta maestría para identificar la mirada de los hombres sobre las mujeres –las otras, nunca tú- sabes en el primer segundo si al chico nuevo le gustó tu amiga, pero luego esto se vuelve engañoso, también se vuelve una parte cómoda, aunque duela, parecemos estar más cómodas en ese espacio donde de entrada sabemos que no le gustaremos a nadie y creamos una barrera impenetrable donde solo nosotras sabemos el desenlace… Pero, ¿lo sabemos realmente o somos demasiado cobardes para sonreír y guiñar el ojo?

Mentirían si me dicen que cuando les gusta alguien no se preguntan inmediatamente “¿Le gustarán gorditas?” encerrándonos, nosotras mismas en una sola condición, somos más que eso, sí, yo lo recalco una y otra vez, mis ratos de ocio en twitter evidencian mi realidad de gorda en lo cotidiano, pero la única intención es interiorizar todo este tema, hablarlo, enunciarlo para que deje de ser un pensamiento condicionador de actos.

Estos pensamientos vienen una y otra vez, y es que como ya he dicho aquí, los prejuicios los formamos nosotras mismas, y la conquista de sí misma es a diario, creer en la parte más luminosa de la historia se debe hacer con convicción, sin dar pasos en falso, sin dar un paso atrás. 


A veces pareciera que nuestra única carta a jugar es que "somos lindas por dentro" y entonces aquello se vuelve más penitencia que nada, porque resulta que vivimos en un mundo donde cada vez se mira muchísimo menos al interior y se vive de lo inmediato. El asunto es que nosotros somos quienes hacemos al mundo, nosotros somos quienes consumimos lo que forman nuestros criterios de belleza, tenemos un gran trabajo y habrá que empezar por creer que somos lindas y ya está. 

¿Y ustedes, nenas, cuántos pasos atrás han dado?, cuéntenme sus historias de amor fallidas o no. 


Besos extragrandes.

Somos luz. Superxlwoman.

1 comentario:

  1. Dice una amiga que a los hombres les gusta ver flaco y agarrar gordo y en cierto sentido tiene razón a algunos hombres les gustan las gorditas pero por superficiales y prejuiciosos pos andan con una talla cero. Pero también hay otros que no se fijan en eso, yo los he conocido de 2 tipos: 1) no tienen prejucios por andar con gortidtas, se fijan en la persona, o sea nos le importa andar con gordas , flacas, chaparras, morenas , gueras etc. Estos hombres siempre tienen más e 30 años y 2) los que su debilidad son las gorditas, se mueren por ser dueños de sus deliciosas carnes por que precisamente eso es lo que les gusta de ellas. Así que no queda más que buscarnos chicos que no sean tan superficiales o de los que se vuelven locos con nuestra maravillosa frondosidad. ;)

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